
No, no es un blog creado para desacreditar a los analistas ni a nadie. Las dos entradas anteriores fueron sólo una presentación para el título de mi blog y queda muy lejos de creer que un espacio bloggero puede sustituir la función de un terapeuta. Talvez algunos piensen que elegí incorrectamente a los loqueros que han transitado por mi vida y puede que hasta tengan razón, pero así como todas las personas que me han acompañado en algún tramo de mi viaje mientras mi tren iba muy acelerado o muy lento o muy sin rumbo claro o atravesando por los paisajes mas bellos, han dejado algo en mi ser.
Mi blog tiene la intensión de proveerme un espacio para mis reflexiones, pensamientos, para compartir con los posibles lectores de éste algunas enseñanzas que me ha dado, y continuará dando, la vida, mis maestros espirituales y algunas personalidades que admiro. Además, y como lo aclaré en mi primera entrada, me surgió la necesidad de exponerme, y sí, puede ser tan banal este deseo que precisamente por eso me siento con la obligación de hacerlo ante mi propio ser y aquí viene mi justificación y la primera reflexión que deseo compartir (los que no participen con la idea de la reencarnación y no crean en un poder superior ya pueden apretar el botón del "unfollow", "next blog" o "close window"):
El peligro de poseer deseos insatisfechos
Los deseos insatisfechos perduran en el corazón. ¿Por qué es perjudicial darles cabida? Porque cada deseo está conformado por fuerzas específicas –buenas, malas o una mezcla de ambas- y al morir, aun cuando tu cuerpo ya no exista, estas fuerzas permanecen. Como una especie de curriculum mental, persiguen a tu alma adondequiera que vaya y, cuando vuelves a nacer, esa información condensada se manifiesta como tendencias en tu comportamiento. Así pues, una persona que al morir era alcohólica, llevará consigo la tendencia al alcoholismo cuando vuelva a nacer; y esta tendencia permanecerá con ella hasta que venza el deseo de beber alcohol...
...Así pues, es mejor satisfacer o superar en esta vida todos tus deseos. Ellos desaparecerán, de una vez y para siempre, en el supremo gozo de la presencia de Dios; pero en tanto no le conozcas, los deseos que aún no has superado continuarán acosándote.
Existen dos modos de terminar con tus deseos: comprender mediante la razón y el discernimiento -o por medio de la sabiduría- que solamente Dios puede darte felicidad permanente y perfecta; o bien, satisfacer dichos deseos. En muchos casos, los deseos yacen ocultos en la mente subconsciente.
Paramahansa Yogananda, 26 de octubre de 1939.
Concluyendo esta entrada, un blog no reemplaza una buena terapia psicológica, ni un diván reemplaza la satisfacción de publicar ideas que provienen del ego o del alma.
Continuemos con nuestro viaje...
P.D. Lo que sería bueno considerar es que cuando vayamos con nuestro próximo analista definamos en conjunto qué días quién ocupará el diván.
No hay comentarios:
Publicar un comentario